Otro año más el sector inmobiliario ha vuelto a demostrar porqué es uno de los preferidos en las carteras de los inversores. La creciente volatilidad en los mercados financieros ante el frenazo económico que está provocando el coronavirus a nivel mundial, unido a la intervención de los Bancos Centrales inundando de liquidez al sistema, hace que el famoso mantra de “maximizar la rentabilidad minimizando los riesgos” empiece a convertirse en mera utopía.

Hasta no hace mucho, la renta fija, especialmente la gubernamental, competía de forma directa con la rentabilidad del sector inmobiliario, por eso no era raro encontrarse con la pregunta del millón: ¿Qué era mejor, comprarse una vivienda en donde se buscaba obtener, por un lado una rentabilidad por el alquiler y, por otro, su revalorización o invertir en un bono del Tesoro cuya rentabilidad anual rondaba el 4% o 5%? Eran tiempos en los que, con una inflación moderada, se obtenía una rentabilidad mínima aceptable con una gestión manejable del riesgo.

Como decíamos anteriormente, las políticas expansivas llevadas a cabo por las diferentes autoridades monetarias en pos de alcanzar el idílico objetivo de inflación del 2% ha tenido el efecto contrario. El exceso de liquidez con el que se intentaba incentivar el consumo y, con ello, el incremento de inflación, no ha sido lo que se esperaba. Con los tipos de interés en mínimos históricos y ante tanta incertidumbre económica, la renta fija ha vuelto a actuar de activo refugio lo que ha provocado un hundimiento en la rentabilidad de los bonos, especialmente los estatales dejando la mayoría de las tasas rondando el 0% o incluso en negativo.

A día de hoy parece que hay pocas dudas que este escenario de tipos bajos nos acompañará durante muchos años en un fenómeno que muchos empiezan a llamar la “japonización” europea al compararlo con la situación en el país nipón donde llevan con tipos cercanos a cero desde 1996 sin que, a día de hoy, haya previsiones de subida alguna y con la inflación hundida en mínimos.

Por tanto, no hay que ser un experto para comprobar que la visibilidad en la rentabilidad de los bonos gubernamentales de cara a los próximos años no apunta a una mejora considerable, más bien al contrario, con un riesgo latente de “pinchazo” de la burbuja de precios que se ha creado tras los distintos programas de compras de deuda lanzados por el Banco Central Europeo.

Ante esto, la pregunta es clara ¿existe algún activo que ofrezca una rentabilidad atractiva con riesgos más controlados? Sí, existe. Según un estudio llevado a cabo por Idealista, la rentabilidad del sector inmobiliario en 2020 volvió a demostrar una solidez asombrosa en un año tan complicado como fue el pasado.

En concreto, la rentabilidad bruta de la compra de una vivienda en España para ponerla en alquiler ascendió al 7,5% gracias a un mayor incremento de los alquileres (a pesar de que en Madrid y Barcelona han caído ligeramente), lo que multiplica en más de 75 veces la rentabilidad del bono español a 10 años, actualmente en el 0,07%. Por su parte, la compra de oficinas para después alquilar logró una rentabilidad bruta anual del 10,8%, la de los locales un 9,3% y la de garajes un 6,9%.

En cuanto a las ciudades más rentables, Lérida (8,7%), Murcia (7,9%) y Huelva (7,3%) copan los 3 primeros puestos en lo que respecta a vivienda (Barcelona 4,5% y Madrid 4,9%), mientras que Sevilla (13%), Lugo (10,3%) y Burgos (9,4%) lo hacen en el sector de oficinas (Barcelona 6,3% y Madrid 6,6%). Por su parte Huelva (10,8%), Oviedo (10,7%) y Ávila (10,6%)  ocupan el podio en la parte de locales comerciales (Barcelona 8,3% y Madrid 8,1%), y Ávila (9,2%), Murcia (8,8%) y Soria (8,3%) lo hacen en el de garajes (Barcelona 6,3% y Madrid 4,8%).

Como vemos, la rentabilidad del sector inmobiliario sigue demostrando año tras año que sigue siendo una de las alternativas preferidas para los inversores gracias a esa capacidad de generar rentabilidad incluso en situaciones tan complicadas como las que estamos viviendo, ¿será capaz de seguir así en 2021? Desde QLT Homes no tenemos duda de ello.

Imagen obtenida de Unsplash
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